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arte y cultura en la polinesia francesa
La música, el movimiento y la armonía son esenciales para el arte y la cultura polinesia. Cada una de estas cosas está constantemente presentes, ya sea cenando, en una excursión o simplemente por la calle.
Muchas de las manifestaciones culturales fueron prohibidas por los primeros exploradores, por eso hoy en día, ya recuperadas muchas de ellas, las exhiben con orgullo.
Danza y cantos en la Polinesia Francesa
Las melodías y los movimientos ondulantes polinesios son los héroes de la «Heiva», la celebración más importante del calendario tahitiano que se celebra cada mes de julio.
Las mejores escuelas de baile de los cinco archipiélagos compiten a lo largo de varias semanas.
Los grupos de canto (himene) y de movimiento (otea) se reúnen cada noche para enfrentarse entre ellos al sonido de la to’ere y el pahu (tambores). Los grupos de himene (canto) ofrecen a los espectadores notables melodías únicas en el planeta.
Como curiosidad te contaré que la hermosa carga erótica de estos bailes, fue muy mal vista por los primeros exploradores, hasta el punto de prohibirlos. Sin embargo, las prácticas de estos bailes continuaron de manera clandestina.
Tipos de danzas Polinesias
La danza Tahitiana se divide en 4 grandes tipos:
- El Otea: En sus orígenes, era una danza guerrera reservada a los hombres y con el tiempo se ha convertido en la más popular de las danzas. Su coreografía se elabora alrededor de un tema y su música, que se ayuda de percusiones, está ejecutada mediante motivos rítmicos denominados pehe.
- El Aparima: en esta danza las manos es el principal elemento de baile. Este baile puede ser mudo (llamado vava), y se realiza de rodillas. O puede ser cantado (llamado himene) y los gestos se relacionan con la canción, mientras se acompaña con instrumentos de cuerda.
- El Hivinau: en esta danza, los bailarines, se mueven en círculo y un solista lanza una frase repetidamente. La música se consigue mediante varios tambores y el ritmo lo da las palabras repetidas.
- El Pa’o’a: esta danza se inspira en los gestos necesarios para fabricar el tapa (tela). Los bailarines se sientan en semicírculo y un cantante canta un tema y el coro le responde.
Las flores polinesas
Las flores están presentes en todos los lugares de las islas, y muy especialmente en el pelo de los Tahitianos. La flor tiare es utilizada tanto para dar la bienvenida a los visitantes como a los familiares. Dice la tradición que si alguien tiene pareja, ambos deben lucir una flor detrás de la oreja derecha.
El tatuaje Polineso
El acto de tatuarse se introdujo en el mundo hace unos 1.500 años en las Marquesas y se ha convertido en la especialidad principal de Tahití y sus islas. Es más, la palabra tatuaje proviene de Tahití.
Como indican las leyendas antiguas, los ma’ohi (antepasados) se embellecieron con tatuajes para complacer a ta’aroa, el dios omnipotente, cuyos hijos se tatuaron para atraer a todos a su alrededor y, sobre todo, a su propia hermana.
Indicativo de la identidad social ma’ohi, el tatuaje polinesio se describe por la utilización de la oscuridad en detrimento de diferentes tonos. De motivación vegetal, geométrica o animal, el tatuaje se ha convertido para todos los polinesios en un método para sostener un arte popular.
Tipos de tatuajes Polinesios
Existen tres tipos de tatuajes, los relacionados con dioses y sacerdotes, que son hereditarios y, por lo tanto, se reservan para descendientes, los reservados para jefes (ya sean hombres o mujeres) y los reservados para jefes de guerra, guerreros, pescadores…
Ritos y costumbres en la Polinesia Francesa
Los habitantes de las islas son muy agradables y en general, tremendamente hospitalarios con los turistas.
El saludo es con dos besos y no suelen mirar mucho la vestimenta y moda, por lo que las marcas y los restaurantes de moda no triunfan en esta zona.
Si visitamos el hogar de unos polinesios, es costumbre, como en Asia, quitarse el calzado. En ocasiones puede ocurrir que no te pongan cubiertos, debido a que muchos alimentos se comen directamente con las manos.
Los polinesios son muy serios con sus ritos religiosos, por lo que si visitas una iglesia, recuerda mantener la seriedad y el respeto.
En esta cultura, las mujeres no son vistas diferentes a los hombres y en ocasiones han ostentado el mando de las islas. La única actividad restringida para los hombres era la pesca.
Paul Gauguin y la Polinesia Francesa
Este artista va unido a Tahití principalmente, pero a la polinesia en general. En 1891 Paul Gauguin llegó a Papeete, dejando atrás a su esposa e hijos, con la intención de pintar los cuadros suficientes para una exposición que tendría lugar dos años después.
Para realizar este trabajo, Paul Gauguin decidió vivir entre los nativos, involucrándose con la vida diaria y pasando el tiempo con ellos. En este tiempo se casó con una nativa de 13 años.
Después de esos dos años, regreso a Francia con 66 pinturas, pero su exposición fue un rotundo fracaso.
Después de muchas desgracias, decidió regresar a Tahití, donde realizó su obra maestra: ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?.
En 1901 recibió una carta de un marchante, el cual le ofrecía un sueldo a cambio de todas las obras que fuera produciendo. Más tarde marchó a las Marquesas, se volvió a casar con una joven de 14 años, vivió rodeado de lujos y placeres, hasta que finalmente un vecino lo encontró muerto en la cama.
Los Mahus, el tercer sexo en la Polinesia
Esta es una de las tradiciones más curiosas de las islas y que se retoma a tiempos inmemoriales.
En esta tradición lo que sucede es que el primer hijo, en caso de ser hombre, se le educa como una mujer y toma su rol, cuidando a sus hermanos y realizando las labores del hogar. Y en un futuro se encargará de cuidar a los padres.
Su estética se basa en pelo largo, usar pareo y llevar flores en el cabello. En la edad adulta som hombres afeminados, que suelen ostentar trabajos de cara al público por su gran amabilidad.